Los malos tratos psíquicos
representan un fenómeno viejo, lo novedoso es su revelación como problema
social.
El
maltrato psicológico se basa en comportamientos intencionados, ejecutados desde
una posición de poder y encaminados a desvalorizar, producir daño psíquico,
destruir la autoestima y reducir la confianza personal. Su padecimiento lleva a
la despersonalización, al mismo tiempo que genera dependencia hacia persona que
los inflige. El maltratador se vale para ello de insultos, acusaciones,
amenazas, críticas destructivas, gritos, manipulaciones, silencios, refunfuños,
indiferencias, frialdades y desprecios.
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